34 Nicanor, tres veces criminal, que había traído a los mil
comerciantes para la venta de los judíos,
35 con el auxilio del Señor, quedó humillado por los mismos que él
despreciaba como los más viles; despojándose de sus galas, como un
fugitivo a campo través, buscando la soledad llegó hasta Antioquía con
mucha suerte, después del desastre de su ejército.
36 El que había pretendido saldar el tributo debido a los romanos con
la venta de los prisioneros de Jerusalén, proclamaba que los judíos tenían a
Alguien que les defendía, y que los judíos eran invulnerables por el hecho
de que seguían las leyes prescritas por Aquél.